miércoles, 2 de marzo de 2016

Salud y Bienestar Farma. MUCHO CUIDADO

Reabro este humilde espacio para contar lo que le ha pasado a mis padres. Con ello, espero que al próximo con quien lo intenten, encuentre esta información y ponga medios.
 Este fin de semana, he tenido la amarga experiencia de descubrir que han intentado vender a mis padres algo que no necesitaban por un precio superior al normal del mercado. Digo han intentado, porque gracias al azar, lo hemos podido evitar. Os cuento la secuencia completa:
 El viernes, reciben mis padres una llamada de alguien, que se presenta diciendo que colabora con la empresa del "Botón Rojo" (la teleasistencia), y trás un poco de charla le vende unas zapatillas de casa que son el último grito con el que mi madre podría casi ganar la maratón de Nueva York. El coste de las zapatillas es 0€, pero tendría que pagar 9€ de gastos de envío. Le preguntan qué número calza y quedan en llevársela el día siguiente, sábado (ojo le cobran los gastos de envío aunque va un comercial de la empresa a llevarselas).
 El sábado, se presenta el comercial, con unas zapatillas  de un número que no coincide con el que mi madre les dijo que calzaba, pero entra diligente hasta el salón, y allí se pone a darles conversación. Sin saber cómo, ésta deriva en el colchón que tienen, y lo viejísimo que es. Pero, gracias al azar, allí está él, con un catalogo de colchones (de lo bueno lo mejor, de lo mejor lo superior), que se lo va a vender a un precio de risa, y les va a regalar la base y las almohadas. El precio del susodicho es de 1.600 € (céntimo arriba o abajo), que van a pagar en 40 cómodas mensualidades (quién se acuerda el mes 31 cuántos meses le quedan aún). Entre medias, mil elogios a lo guapa que es mi madre (actitud muy profesional) y mil mimos a mi padre (no se fuera a poner celoso). Toma una foto del número de cuenta corriente (ahí está el tío), y se va con el compromiso de que en un rato llaman a mi padre para confirmar los datos y el martes (el lunes era fiesta) le traen el colchón (para qué perder más tiempo). Eso si, con la llegada del colchón hay que pagar el primer plazo en efectivo.
 Por suerte, el Domingo nos reunimos toda la familia y gracias a Dios, mi padre nos cuenta que ha comprado el colchón y cómo ha sido todo, con la inocencia del que cree en eso de "To'l mundo eh güeno".
 Así que ni corto ni perezoso, el pasado martes me planté en mi casa tempranito, esperando la llegada del colchón para explicarles que ese colchón no iba a entrar en mi casa.
 Pues hete aquí, que el comercial (o asesor de salud, que me dijo que era las dos cosas), se presenta a las 10 de la mañana en mi casa, sin colchón (supongo que a cobrar el primer plazo, porque si no no tiene sentido). Al decirle que no queríamos el colchón y que habíamos llamado al telefono que había en el contrato para cancelar el pedido, insistió en subir para hablar con mi padre (por alguna extraña razón que no alcanzo a entender) conmigo no quería charlar. Intentó que mi padre cambiase de opinión y hasta le avisó a mi padre de lo mal hijo que yo era por no querer que él disfrutara de un buen descanso en el colchón que le había vendido. Viendo que no funcionaba, se fue.
 Al irse el comercial, y trás dejar a mis padres más relajados me fui a la dirección que ponía el contrato de la sede de la empresa para quejarme y cancelar el pedido, pero torpe de mí, no conseguí encontrar la sede, aunque paseé la calle varias veces y pregunté a algunas empresas del lugar. Es más, mandamos un burofáx a dicha dirección renunciando al contrato y nos vino devuelto de correos por dirección inexistente. Se ve que el cartero de la zona es tan torpe como yo. Pobrecillo.
  Para concluir, unos datos: Si buscais la empresa "Salud y Bienestar Farma" en google os aparecen un par de enlaces a páginas Facebook que no existen. Aparece una dirección que no coincide con la que pone en el contrato que te hacen firmar. Y por último, como teléfono de atención al cliente tienen un 851, con un horario reducido, y que presiento que no existe ya que en un momento de nuestra charla le dije esto mismo y al decirme que el 851 es un telefono de voz IP, no de cobro, le dije que llamase y se inventó una excusa para no hacerlo.
 Con todo esto, sólo me queda decir:

 CUIDADO, cuando recibais una oferta de  SALUD Y BIENESTAR FARMA estudiadla bien antes de aceptar.